Crónicas Zinemaldi 2014

 

Zinemaldia-62

 

Cincuenta películas sobre el papel y nueve intensos días por delante. Es un auténtico reto para el cuerpo, aunque llevamos ya unos cuantos años asumiéndolo con el gusto del que no se cansa de ver cine. Es nuestro segundo Festival como acreditados y repetimos formato. La intención de estos textos a medio camino entre la crónica informal y la crítica cinematográfica no es otra que la de acercaros lo que se vaya cociendo estos días en el Zinemaldi. Nada más. Aunque pueda parecer que escribimos en forma de máximas, vaya por delante que todas las opiniones son respetables. Las nuestras admiten abucheos, insultos y pataletas si lo consideráis oportuno.

Galería completa de fotos

Crónicas: 19 20 21 22 23 24 25 26 27

 

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2014
DIA 1. 19 DE SEPTIEMBRE

La primera elección lógica del día era entre The Equalizer o Catch Me Daddy, pero como nos va la caña y somos más chulos que un ocho hemos decidido empezar con las más de tres horas de P’tit Quinquin. Esta inclasificable miniserie de televisión firmada por Bruno Dumont tiene lugar en un pequeño pueblo costero del Paso de Calais en el que comienzan a aparecer cadáveres descuartizados en el interior de las vacas. La investigación de estos crímenes se la reparten un grupo de niños y una excéntrica pareja de detectives, incompetentes y estúpidos. El humor surrealista y cruel que impregna toda la historia viene a ser algo así como un cruce entre Twin Peaks, Bienvenidos al Norte y Mortadelo y Filemón. A Dumont se le va la olla, para alegría del espectador en busca de sorpresas. Poco importa descubrir al asesino, porque en el trayecto surgen escenas absolutamente impagables. El conjunto puede hacerse un poco largo pero es lo que tiene tragársela de golpe.

 

 

La sobremesa es una hora poco recomendable para entrar a ver algo con un título tan sugerente como No todo es vigilia, segundo largometraje del realizador Hermes Paralluelo. Que la historia del declive de dos ancianos que llevan casados sesenta años nos haya entrado tan bien en ese horario a pesar de su ritmo contemplativo es una buena señal. Entre la ficción y el documental, la película supone el demoledor retrato de una vejez detenida entre la soledad, el pasado y la muerte. No nos aventuramos a decir cuánto hay de real en ella teniendo en cuenta que los protagonistas son los propios abuelos del director, lo cual dignifica todavía más el enfoque de la pareja. Como el Amour de Haneke pero resuelta en un trasfondo de naturalismo rural y con personajes reales. A destacar el apartado técnico del film, sobre todo sus elaborados movimientos de cámara en espacios cerrados y la trabajada fotografía.

 

La isla mínima
Cartel de La isla mínima en el Kursaal

Estrenamos las Perlas de este año con Mommy, una de las películas más deseadas de la programación. Xavier Dolan vuelve a sacar chispas del extremo, en esta ocasión, un triángulo de amor bizarro entre un adolescente conflictivo, su madre y una vecina vulnerable a la que da vida Suzanne Clément. Dolan tiene sus seguidores y detractores. Sabemos que unos y otros amarán-odiarán los recursos estéticos y fórmulas de los que el canadiense vuelve a hacer uso en este film. Más objetivo me parece defender la labor de ese trío de actores que viven sus personajes al borde del abismo y salen airosos de la experiencia. Conseguir que una historia funcione con semejantes elementos, de la histeria al videoclip de Oasis. Ahí está el mérito y la excelencia de Mommy. No decepciona en absoluto pero me parece que está un escalón por debajo de Tom à la ferme y esa obra maestra que es Laurence Anyways. Decía @iortizgascon que le preocupa que el director empiece a repetirse y hacer sus películas con el piloto automático. A sus 25 años ya tendrá tiempo de reinventarse.

Parece que hoy nos hayamos propuesto tocar todas las secciones sin salir del Teatro Principal así que, después de Zabaltegi, Nuevos Directores y Perlas, encaramos la noche con la primera película de la Sección Oficial a concurso: La isla mínima. El sevillano Alberto Rodríguez firma un sórdido thriller de la España negra que funciona a más de un nivel, como intensa crónica de una trepidante investigación criminal y retrato de un país recién salido de la dictadura, esa España del Puerto Hurraco con sus pueblos detenidos en el tiempo. Está magistralmente rodada y mejor llevada. Ritmo, ritmo y más ritmo. También genial la pareja de policías antagónicos formada por Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez. Dicen que la película tiene muchas similitudes con True Detective (algo curioso habida cuenta que ambas han coincidido en el tiempo de rodaje) y en menor medida con Fargo y La noche de los girasoles. Lo cierto es que La isla mínima tiene suficiente personalidad propia y acento andaluz como para destacar sobre todas estas referencias. Desde ya, firme candidata al palmarés. El único problema -del espectador- es verla esperando otro Grupo 7.

 

Rueda de prensa de La isla mínima

 

Cerramos el día con Difret, un basado en hechos reales sobre un procedimiento judicial en Etiopía en el que se juzgó a una niña que mató en defensa propia al hombre que pretendía secuestrarla y obligarla a casarse con él. Lo cierto es que no me creo ni su drama judicial ni su drama a secas; y no es tanto por su formato de telefilm de sobremesa como por todas esas licencias que se permite. ¿Compensa la denuncia de un film su calidad cinematográfica? No faltarán los que digan que esto quedaría mejor en el Festival de Cine y Derechos Humanos, pero vista la nota del público no se puede decir que este tipo de historias no gusten. El tema daría para mucho más que la pequeña discusión que se ha generado en Twitter al respecto. Comentan por ahí que lo mejor que puede hacer Angelina Jolie con su dinero es donarlo a los niños de África y dejar de producir películas como esta. Punto negro para un primer día más que prometedor. Que no decaiga la cosa.

Lo mejor del día: El arachnoman de P’tit Quinquin.

Lo peor del día: Saber que el dinero de Angelina Jolie no sirve para hacer buenas películas.

Puntuaciones

 

@Fer_Iradier

@javivoland

P’tit Quinquin / Li’l Quinquin

8

7

No todo es vigilia

6

7

Mommy

8

7

La isla mínima

8,5

8

Difret

3

4

 

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2014
DIA 2. 20 DE SEPTIEMBRE

 

Entrada al teatro Victoria Eugenia

 

Encaramos con ganas este segundo día de Zinemaldi. No es para menos, porque empieza con lo nuevo de François Ozon. Une nouvelle amie arrastraba tras de sí grandes expectativas y no ha defraudado. Tras una introducción soberbia que resume en minutos los años de amistad entre dos mujeres, el guión entra de lleno en el terreno del drama, el suspense y la comedia. Es comprensible que tanto cambio de registro saque a más de un espectador de la película, pero no quita para que nos encontremos ante otro excelente trabajo del francés. Con El refugio, Joven y bonita y En la casa, van unos cuantos. Los spoilers no son lo nuestro pero sí podemos hablar de un tótum revolútum de identidades sexuales, amor y amistad. Fiel a sus referencias, este Ozon queda a medio camino entre Almodovar y Hitchcock, sin dejar de aportar su talento como director de actores a la pareja formada por Romain Duris y Anaïs Demoustier. Y qué decir de la música de Philippe Rombi… De notable alto. Otra que puede optar perfectamente al palmarés.

Todos los años se nos cae alguna película y este no iba a ser una excepción. Un cambio de horario nos impide ver Silent Heart, así que optamos por volver a entrar al Victoria Eugenia y hacer lo propio con César Chávez. Lo cierto es que el imprevisto no nos fastidia demasiado, porque habíamos intentado encajar sin éxito la película de Diego Luna en el puzzle de nuestra programación. Retrata la vida de un emblemático activista que luchó por los derechos de los campesinos en la década de los sesenta. No conocía al personaje y su historia me interesa sin recurrir a trucos propios del biopic-telefilm. Además del protagonista Michael Peña, aparece también por ahí John Malcovich, que parece haberle cogido gusto a esto de colaborar con el mejicano dentro y fuera de la pantalla. Una película sin grandes aspavientos pero bien realizada, para hacer justicia a la magnitud de su protagonista, de los pequeño gestos a los grandes cambios. Como resume @javivoland, otro trocito de historia latinoamericana reconstruida por el director, esta vez al otro lado de la frontera.

 

Cartel de Loreak en el Kursaal

 

Sustituimos la comida por Los tontos y los estúpidos, de Roberto Castón. De un tiempo a esta parte estamos viendo muchas películas españolas que se mueven en el terreno del meta-cine e incluso de la meta-ficción; historias de rodajes, directores sin recursos, cineastas en crisis… En este momento me vienen a la cabeza Ilusión, Todos vós sodes capitáns, Otel·lo, Los ilusos o Mapa. Los tontos y los estúpidos podría sumarse perfectamente a ese listado, aunque aquí me da igual si hablamos de cine, teatro o making off. Lo mejor de este experimento es que el fondo se termina imponiendo a la forma gracias al excelente trabajo de los actores. Dicho de otro modo, la película me tiene más atento a sus personajes que a sus escenarios vacíos, consiguiendo que la imaginación rellene lo que falta. Quizá lo que sobra sean precisamente esos fragmentos en blanco y negro fuera del rodaje. En cualquier caso, buen resultado para una premisa arriesgada.

Volvemos a Perlas con Black Coal, Thin Ice, ganadora del Oso de Oro en Berlín. Es imposible adscribir esta película a un género concreto, aunque su envoltorio sea el del cine negro. Y es que a la postre poco importa que el detective retirado al que encarna Liao Fan resuelva el caso que le hizo caer en desgracia o se lleve al catre a la mujer fatal. A Diao Yinan no le interesa estructurar esta historia confusa e inconexa, sino descontextualizar un retrato social de su país con resultados ininteligibles. Para él, la realidad china es un viaje lisérgico a través de una noche helada, extraña, sórdida y absurda. En este sentido, Black Coal sale bastante mal parada comparada con Un toque de violencia. Eso sí, como apuntaba @Carlos_Elorza, a diferencia del film de Jia Zhangke, este sí que ha podido estrenarse en su país. Aunque tiene buenos detalles de dirección y una estupenda atmósfera de noir asiático, ha dejado frío al público del Victoria Eugenia. En cualquier caso, entiendo a sus defensores.

 

Autómata
Rueda de prensa de Autómata, con Gabe Ibáñez y Antonio Banderas

 

Anochece a medida que entramos al pase de prensa de Autómata. La película de Gabe Ibáñez apadrinada por Antonio Banderas se mantiene a flote durante un buen rato, con esa distopía futurista que bebe sin tapujos de Blade Runner, Mad Max, Yo, Robot y otros tantos referentes. El problema es que a medida que avanza se va hundiendo sin remedio. Da la impresión de que ni el director, ni el guionista ni los actores saben muy bien a qué juegan, atrapados entre el drama, una filosofía de primero de robótica y algunos coletazos de acción. Las salidas de tono de Banderas, esos malos de tebeo, la incongruencia de algunas situaciones… Si no se tomara en serio a sí misma estaríamos hablando de una Serie B deliciosa, pero mucho nos tememos que no es esa su intención. Duele tener que dedicar palabras tan duras a un sci-fi hecho en casa, pero Autómata es un auténtico despropósito. Eso sí, todos mis respetos al malagueño por haberse atrevido a sacar adelante un proyecto como este, por muy fallido que sea.

 

Salida del kursaal 1
Expectación a la salida del Kursaal 1

 

Teníamos fichado un documental en Zabaltegi sobre la historia del mejor equipo de hockey hielo de la Unión Soviética y aunque mañana nos espera un día duro no hemos querido perdérnoslo. La sala pequeña del Trueba estaba a rebosar con el añadido de Soroa, el cortometraje de Asier Altuna. A punto hemos estado de quedarnos fuera. Por suerte, no nos fallaba la intuición. Además de constituir un retrato de excepción sobre la Guerra Fría a través del deporte, Red Army recoge el drama de unos personajes atrapados entre la obediencia a su país y el destino que les correspondía por derecho propio. El director Gabe Polski sabe ir mucho más allá de la biografía de Slava Fetisov y el resto de jugadores, un podio de estrellas estrelladas, política internacional y juego sucio tan interesante como ligero y bien contado. Muy recomendable. Sí que se le puede objetar que este tipo de enfoques dentro del documental empieza a repetirse.

Lo mejor del día: Viacheslav Alexandrovich «Slava» Fetisov. Vaya personaje.

Lo peor del día: Las decepciones con Black Coal, Thin Ice y Autómata.

Puntuaciones

@Fer_Iradier

@javivoland

Une nouvelle amie / The New Girlfriend

8

7

Cesar Chavez

6

6

Los tontos y los estúpidos

6,5

5

Bai ri yan huo / Black Coal, Thin Ice

4

4

Autómata / Automata

3

3

Red Army

7

7

 

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2014
DIA 3. 21 DE SEPTIEMBRE

Vamos respetando las horas de sueño y el cansancio todavía no ha hecho mella en nosotros. Es necesario para encarar las siete películas que nos esperan hoy. Empezamos viajando al mundo de las mafias de Brooklyn con The Drop. El director Michael R. Roskam sostiene a la perfección un pulso narrativo entre el thriller y el drama y lo hace a través de una tensión medida al milímetro. Algunos objetarán que esta historia de personajes de la calle contra las cuerdas no aporta nada nuevo, pero ese giro que desbarata todas nuestras previsiones, una tragedia anunciada que llega por donde uno menos se lo espera, habla maravillas del guión de Dennis Lehane. Puede que sea menor comparado con los de Mystic River o Adiós, pequeña, adiós, pero hay que ver lo bien que maneja este hombre los trucos de escritor. Aunque se hablará de The Drop como la última aparición en pantalla de James Gandolfini, el papelón del film lo firma Tom Hardy. Excelente en la piel de ese bartender ubicado en la línea que separa la ingenuidad de la mirada turbia. No tengo especial querencia por este actor, pero la sutileza de su interpretación merece premio.

 

Relatos salvajes en el Kursaal 1

 

Seguimos en la Sección Oficial con A Second Chance. A vueltas con la importancia del guión, pareciera que lo que falla en esta película no es tanto la dirección de Susanne Bier como la trama que firma su colaborador Anders Thomas Jensen. Hay algo en los personajes -esa caricatura del delincuente drogadicto- y en la propia premisa de un policía que intercambia a su bebé muerto por otro que roza el maniqueísmo y desvirtúa el potencial dramático de la historia. No es culpa de los actores, ni mucho menos. Son precisamente Nikolaj Coster-Waldau y compañía los que mantienen la dignidad de la propuesta. Esperábamos algo más de sutileza y menos trazo gordo del cine nórdico. Cuando el dilema moral se convierte en moralina y cuesta entender las decisiones del protagonista… Haciendo balance, no es que A Second Chance sea una mala película, pero hay algo en ella que no termina de funcionar. Queda bastante lejos de la brillantez de En un mundo mejor.

De comer, doble ración de adolescentes chungos con Chrieg y The Tribe. La primera empieza fuerte pero se queda a medias. Cuando Simon Jaquemet abandona la montaña suiza para profundizar en la psique de sus personajes, no consigue dar sentido a la violencia como catalizador del drama, aunque sus verdaderas intenciones queden claras. En cualquier caso, nada mal para un Nuevos Directores. La ucraniana The Tribe, en cambio, no se queda corta en lo que a brutalidad y sexo se refiere. Nadie pensó que un internado para sordomudos pudiese dar tanto juego. El film es un ejercicio de estilo bajo capas de violencia planificada, contundente, despiadado y magistral. No es casual que Slaboshpytskiy redefina la discapacidad sensorial del espectador imponiéndole unos diálogos en lenguaje de signos sin subtitular. Opta al título de película más impactante de la programación, que el año pasado se disputó la serbia Klip. Algo tendrán los países del Este para engendrar animaladas como esta, quizá reflejos de su propia sociedad. Parece que este año se lleva alargar demasiado el metraje, pero en este caso la espera vale la pena. El final de The Tribe está entre lo más bestia que hemos visto en una sala de cine. No es de extrañar que dejara boquiabierta a la crítica de Cannes. Blowjobs and Blowheads.

 

Logotipo del Zinemaldia. Kursaal 1

 

Nos da tiempo a avituallarnos antes de entrar a Casanova Variations. Sobre el papel la película de Michael Sturminger daba un poco de miedo y lo cierto es que ha generado opiniones encontradas a la salida. Unos pocos le hemos encontrado un punto de interés pero los que la tachaban de pestiño egocéntrico y pretencioso parecían ser los más. Al igual que el Casanova de Fellini, con la que también comparte una puesta en escena teatral, es complicado apreciarla sin conocer la trayectoria vital del seductor italiano. Pero no estamos hablando de un biopic propiamente dicho ni se queda ahí la cosa, porque sus variaciones entre tiempos y escenarios juegan también al desdoblamiento de personalidades. ¿Dónde termina Giacomo y empieza Malcovich? Imposible no pensar en esa escena de Cómo ser John Malcovich en la que el actor se mete dentro de su propia cabeza. Con todo, la meta-ópera-teatro-película de Sturminger sabe jugar en su contexto, recrearse en la música y reírse a ratos de sí misma, aunque en su tercer acto la función se vuelva demasiado seria. Da para un buen debate.

Mathieu Amalric parece tener una especial querencia por San Sebastián. Si el año pasado pudimos verlo en L’amour est un crime parfait, este regresa a Perlas como director y protagonista de La chambre bleue. Basada en la novela homónima de Georges Simenon, su película es un frío noir romántico con trasfondo de adulterio y asesinato. Resulta curioso el modo en que va construyendo en dos tiempos esta historia de suspense angustiosamente desangelada, pulcra y oscura a partes iguales, como ese azul del título que lo va impregnando todo poco a poco. Es posible que su extraño erotismo pase desapercibido para más de un espectador. Es más, igual son cosas mías pero el amour fou del film me ha recordado poderosamente a ese otro que retrató Truffaut en La mujer de al lado. Como era de esperar, muy bien en sus respectivos papeles la actriz Stéphanie Cléau y el propio Mathieu, pareja sentimental en la vida real. Algún día le darán el Premio Donostia a este hombre y arderá Troya.

 

El Kursaal decorado para el 62º Zinemaldia

 

Para terminar el día a lo grande, la controvertida Pasolini de Abel Ferrara. Hay que tenerlos bien puestos para enfrentarse a ella a las doce de la noche, en las butacas del K2 y tras haberse metido seis películas en el cuerpo, pero en peores nos las hemos visto. Sorprendentemente, la cosa no ha sido para tanto. Y quizá sea eso lo decepcionante del asunto. Expectativas al margen, Pasolini parece estar dividida en dos, entre la vida cotidiana del artista y las recreaciones oníricas de sus últimos escritos, un intervalo de vigilia en el que inquietudes, miedos y deseos toman forma. Ferrara recrea una atmósfera nocturna y suspendida que parece esconder algo profundo. Detrás de su película se intuye un universo desbordante, el mismo halo de grandeza que desprende la presencia de Willem Dafoe, aunque esta idea nunca termine de concretarse. ¿Quizá sea ese misterio último de la poesía? Sobria, diferente e indescifrable. Una vez aclarado que Pasolini me ha interesado, toca decir que no me siento cualificado para pronunciarme al respecto de la polémica que levantó su paso por Venecia. Eso se lo dejo a los historiadores. Dentro de unas horas toca despertarse para otra buena sesión de cine.

Lo mejor del día: El final, totalmente inesperado, de The Tribe.

Lo peor del día: Acabar el día en las butacas del K2.

Puntuaciones

@Fer_Iradier

@javivoland

The Drop (La entrega / The Drop)

8

8

En chance til / A Second Chance

5

4

Chrieg

5

4

Plemya / The Tribe

8

7

Casanova Variations

6,5

4

La chambre bleue / The Blue Room

6,5

6

Pasolini

6

6

 

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2014
DIA 4. 22 DE SEPTIEMBRE

Christian Petzold en la rueda de prensa de Phoenix

Noches alegres, mañanas tristes. Los excesos se pagan y los párpados nos pesaban hoy al entrar al Victoria Eugenia. Ha tenido que aterrizar un peliculón para aliviarnos el despertar. Phoenix cuenta la historia de una superviviente de los campos de concentración nazis con el rostro desfigurado cuya única obsesión parece ser recuperar su vida pasada. Bajo esta premisa, la película de Christian Petzold es un excelente drama sobre la imposibilidad del renacimiento tras el horror. Más allá de la recreación histórica, cortada con el patrón clásico, el film aborda un estudio psicológico que encuentra su reflejo en la superlativa interpretación de la actriz Nina Hoss. De la fragilidad a la fuerza, lo suyo es un tour de force minimalista. Cómo diablos se puede decir tanto con tan poco… Ese renacer de las cenizas al que alude el título del film termina por consumarse en un final de esos de levantarse y aplaudir. Si el jurado es justo, película e intérprete deberían optar al palmarés. Tanto ha gustado que nos hemos pasado un momento por la rueda de prensa, donde su director ha reflexionado brevemente sobre el concepto de la identidad como memoria.

Los que me conocen saben de mi debilidad por el cine asiático, así que estaba como unas castañuelas ante el menú del día, empezando por la japonesa Still The Water. En su nueva película Naomi Kawase vuelve a hablarnos de la aceptación de la muerte y de la vida, casi como si de una reversión de El bosque del luto desde una perspectiva adolescente se tratase. Aunque la directora recupera varias de sus temáticas habituales, tal vez sea este su film más emotivo, lírico y espiritual. Su poética entra de lleno en el melodrama japonés y la tradición del hombre en comunión con la naturaleza, los espíritus de los árboles y el mar en que se bañan esos cuerpos desnudos abiertos al paso del tiempo. Hay en ella una tristeza susurrada, paisajes en los que cada trauma está destinado a brotar, desarrollarse y diluirse como un poema zen. No es casualidad que el director de fotografía sea el habitual de Koreeda. Y sí, aquí también hay algo de Miyazaki. En definitiva, una película bellísima, aunque no todo el mundo comulgará con ella. La sombra de Kagoshima -que no Okinawa- me perseguirá durante todo el Zinemaldi.

De Perlas a Sección Oficial, Haemoo es una de esas propuestas sin tonterías que deberían estar a concurso en cualquier festival de categoría que se precie. El thriller de Shim Sung-bo producido por Joon-ho Bong es un viaje al corazón de las tinieblas, la locura que se apodera de la tripulación de un pesquero atrapado entre la espada y la pared. Casi parece que el director haya querido quitarse de encima la etiqueta de guionista. Trabaja lo justo la presentación de personajes antes de ir a lo que de verdad le interesa; violencia a la coreana y un ritmo en aumento que mantiene el culo pegado a la butaca hasta el final. Dirigida con pulso y estilo, el coreano hace gala de un dominio absoluto del cambio de registro. Puede parecer fácil pero no lo es. Un auténtico disfrute aplaudido con ganas por el público del Kursaal. No le darán ningún premio porque es cine de género, pero merecería un reconocimiento. Después de la proyección, el director nos ha aclarado algunas cosas acerca del contexto de la inmigración ilegal en que se mueve la historia. Por este tipo de detalles vale la pena acercarse a las ruedas de prensa.

 

Shim Sung-bo en la rueda de prensa de Haemoo

 

Tres mujeres y un enigmático ramo de flores. Si alguien os cuenta algo más de Loreak antes de verla, dejad de leer. El film de José Mari Goenaga y Jon Garaño venía precedido por una gran expectación, a pesar de las suspicacias que suele generar el producto local. Una vez visto, podemos decir con la boca grande que merecía estar donde está y más. Lo primero que destaca de la película es la extraordinaria sensibilidad de sus directores a la hora de construir un drama sosegado sobre la memoria de la muerte y expresarlo a través de lo que no se muestra, la sutileza de los detalles, las miradas y los gestos; al fin y al cabo, de destilar la esencia de las cosas trascendentes. Este cruce de historias no funcionaría sin el buen hacer del trío de actrices protagonistas, diferentes retratos del luto y las etapas de la mujer, todas ellas tremendamente naturales en sus papeles. Loreak es un pequeño milagro, un trabajo de artesanía intimista hecho desde la contención y el buen gusto. Si alguno le exige más contenido, es que no ha entendido su propuesta. Definitivamente, no son sólo flores. Otro largometraje que puede luchar perfectamente por entrar en el palmarés.

 

Rueda de prensa de Loreak

 

Terminamos con una de las Perlas más esperadas: The Disappearance of Eleanor Rigby. A medio camino entre el star-system y el nuevo cine americano (Happythankyoumoreplease terminó de devaluar el término «indie»), el director Ned Benson trata de dilucidar cómo se aprende a vivir cuando se ha perdido la luz, machacando a base de diálogos con secundarios de lujo. Y entre tanta disquisición, yo no entro en la película. Dejando a un lado ese tedioso afán por psicoanalizar a los personajes, tiene sus cosas buenas, desde la extraña química de la pareja Chastain-McAvoy a su peculiar enfoque del drama. Si se piensa, no es nada fácil hacer una película bonita de una historia como esta. Eso sí, me pregunto si al hibridar las dos perspectivas del proyecto original se ha perdido un nivel de profundidad. Es de suponer que tendrá una importante presencia en los Oscar. Si los miembros de la academia babearon con El lado bueno de las cosas, más digna me parece esta otra candidata. Puede que el cierre haya bajado un poco el nivel, pero es que… ¡menudo día!

Lo mejor del día: Que haya personas capaces de distinguir Okinawa con solo ver su fondo marino; aunque luego, gracias a los títulos de crédito, veas que es Kagoshima. Cosas de Miyazaki.

Lo peor del día: No haber podido ver in person a Jessica Chastain.

Puntuaciones

@Fer_Iradier

@javivoland

Phoenix

8,5

8

Futatsume no mado / Still the Water  

8,5

7

Haemu / Haemoo

7,5

8

Loreak (Flores)

7,5

7

The Disappearance of Eleanor Rigby (La desaparición de Eleanor Rigby)

6,5

6

 

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2014
DIA 5. 23 DE SEPTIEMBRE

 

Cola de entrada al Kursaal 1

 

Suele ocurrir que tras un día con muchas películas buenas, le siga otro de bajona. Algo así nos ha pasado este martes, aunque también hemos tenido nuestros hallazgos. Empezando por La voz en off, del chileno Cristián Jiménez. Su trabajo es el retrato de una familia disfuncional desde la ironía. Así, los personajes de este film están atrapados en un reino del disparate de lo más reconocible, la lectura de que si nadie es capaz de encontrarse a sí mismo, mucho menos somos capaces de hacerlo en los otros. En el mismo sentido, Jiménez nos habla también de una pretendida madurez a la que siempre se aspira pero que casi nunca alcanzamos, votos de desconexión, veganismo y otros vientos del cambio desbaratados por la realidad que se impone. No tiene mucho más, pero algunas de sus situaciones funcionan. Aunque sea la actriz Ingrid Isensee la que lleva la voz cantante, lo cierto es que casi podemos hablar de una película coral. Discrepo con algunos de los comentarios que se escuchaban a la salida. No por pequeña o ligera es intrascendente, aún dentro de la Sección Oficial.

La siguiente Perla, Bande de filles, la firma la francesa Céline Sciamma y cierra una trilogía sobre la adolescencia femenina iniciada con Los lirios del agua y Tomboy. Esta historia de chonis en la banlieue parisina zigzaguea inexplicablemente entre la empatía por su protagonista, una huida del sentimentalismo y ese cine social que practican nuestros vecinos, sin saber ubicarse en un punto concreto. Sobra retrato y faltan personajes y algo más de crudeza. Ni engancha ni conecta. Algo me he perdido, porque le han llovido muchos piropos por parte de la crítica. @javivoland y yo llegamos justos al pase de Cain’s Children y nos toca sentarnos en uno de los laterales del Teatro Principal, como en los viejos tiempos de la Semana de Terror. Y la verdad es que lo que muestra este documental húngaro sobre el destino de varios chavales que asesinaron a sus padres da bastante miedo. La ópera prima de Marcell Gerő recupera una grabación censurada de una prisión de menores para mirar a los ojos del parricida y descubrir tras ellos el drama de un pasado-presente cruel, sin redención posible. ¿Culpables, víctimas o verdugos? A ver quién tiene huevos a hablar de reinserción social después de ver esto. Asqueante, incómodo y perturbador, aunque un tanto monótono.

Aunque nos venía bien algo de luz, este párrafo está escrito en modo destroyer. Después de haberse pasado media vida juntos, Ben y George deciden casarse. A raíz de ello, George es despedido de la escuela católica en la que imparte clases y como la pensión de Ben no da para mucho el matrimonio se reubica en casas ajenas a la espera de encontrar un nuevo apartamento, con los consiguientes problemas de convivencia. Poco más que eso cuenta Ira Sachs en Love is Strange. Alfred Molina y John Lithgow consiguen levantar por momentos este anodino drama gay sobre lo jodido que es ser artista y pagar un alquiler en Nueva York. Que sí, que todo es muy entrañable, los protagonistas se quieren mucho, son muy majetes y oscarizables… pero igual hacía falta algo más para construir una película con cierta sustancia. Sin ir más lejos, esa relación tío-sobrino sin explotar en detrimento de un marido que desaparece. La crítica estadounidense la ha encumbrado como una joyita. Que alguien me lo explique. Señoras del Príncipe, yo os invoco. Se acabó la destrucción. Modo tacañón off. En un día bueno diría que se deja ver. El problema casi siempre está en los ojos del que mira.

Volvemos a la Sección Oficial con otra cinta latinoamericana, la argentina Aire libre. El nivel de este año está siendo espectacular así que ya tocaba una película que sacara de quicio a la crítica seria, que esto de las pataletas y los pitidos al terminar la proyección es muy divertido. Leonardo Sbaraglia y Celeste Cid dan vida a un matrimonio que se derrumba a medida que proyecta su nueva vivienda. Sutíl metáfora, en efecto. Para que no se diga, me va a tocar a mí sacarle la cara a la película, dentro de lo malo. Es cierto que la familia de Anahí Berneri -niño inlcuído- consigue hastiar al espectador, pero me pregunto si no será esa la intención de su directora. Hay en esta relación de pareja un retrato certero sobre los huecos del amor, la sexualidad apagada y el diálogo perdido. Es una pena que la fotografía no esté enfocada con algo más de condescendencia. Desde luego, es una visión absolutamente propia. Nos hemos pasado por la rueda de prensa a ver si alguien metía baza, pero la polémica ha venido por donde menos cabía esperarla, cuando una chica ha acusado al film de machista y a su directora de justificar la violencia de género. Con dos cojones y un palo.

 

Rueda de prensa de Aire líbre, con Leonardo Sbaraglia, Anahí Berneri y Celeste Cid

 

Cerramos el día con The Salt of the Earth, el documental que Wim Wenders ha realizado sobre Sebastião Salgado en colaboración con el hijo del legendario fotógrafo brasileño. No es de extrañar que Wenders colisione con la obra de otro maestro creando a su vez un retrato que toca múltiples puntos, biográficos, antropológicos, sociales, artísticos e incluso sentimentales. Esas fotografías en blanco y negro desbordan la pantalla e inundan los sentidos, del infierno africano a la naturaleza escondida, un atlas ilustrado de lo hermoso y lo terrible que refleja el universo humano en forma de instantáneas. Sólo una pega. The Salt of the Earth es absolutamente fascinante pero su fuerza es tal que todo lo que se sale de las fotografías comentadas parece sobrar. Ese viaje al ártico, por ejemplo, por mucho que los cineastas defiendan un juego de espejos entre la cámara, el fotógrafo y la imagen reflejada en ambos formatos. Y es que incluso podríamos entrar a debatir si son necesarios o no los comentarios de cada foto, el espacio que existe entre la propia imagen, el que la observa y su mensaje. Pero entonces no sería una película. En cualquier caso, un trabajo que emociona sin paliativos. Perla mayúscula.

Lo mejor del día: Podía haber sido peor y Aire libre haber durado más de los 103 minutos que tiene.

Lo peor del día: Se hace muy duro ver una sesión en los laterales de la parte de arriba del Teatro Principal.

Puntuaciones

@Fer_Iradier

@javivoland

La Voz en off

6

7

Bande de filles

4

5

Káin gyermekei / Cain’s Children

6

5

Love is Strange

5,5

6

Áire Libre

5

2

The Salt of the Earth (La sal de la Tierra)

7,5

7

 

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2014
DIA 6. 24 DE SEPTIEMBRE

 

Entrada al Kursaal 1

 

Sexto día de maratón cinematográfico y -como era de esperar- la falta de sueño empieza a cobrarse su precio. La gente suele preguntarnos cómo somos capaces de ver tantas películas seguidas y acordarnos de todas ellas, pero tengo claro que el problema del Zinemaldi es más físico que mental. O eso quiero pensar… No ayuda al despertar una película tan rematadamente fría como Félix et Meira. Sobre el papel, la historia de amor entre una judía ortodoxa y un canadiense debería dar juego. Sin embargo, el director Maxime Giroux decide apartarse de los tonos que pudieran viciar su relato, del romance desgarrado al retrato social, para caer en las redes del telefilm camuflado. Hay un problema de enfoque. Poco importa que uno haya perdido a su padre y la otra esté casada o tenga un hijo. Como esos diálogos en francés, inglés y yiddish, las piezas no encajan. Colateralmente, al observador le resulta difícil enfatizar con los personajes. La factura y las interpretaciones son intachables, pero el resultado es una película sin nervio, como una especie de reflejo del desencanto y la imposibilidad de superar ciertas barreras. Un film absolutamente desaprovechado.

Retour à Itaque supone el retorno de Laurent Cantet a Cuba después del episodio que dirigiera para la película colectiva 7 días en La Habana. Aquí el francés psicoanaliza de un modo sublime el pasado, presente y futuro de la isla a través de una reunión de viejos amigos. Uno puede pensar que el mérito pertenece en exclusiva a la tremenda clase de los actores protagonistas o a la brillantez de los diálogos del novelista Leonardo Padura, pero lo cierto es que también hay ahí un cineasta que sabe superar las barreras del teatro filmado. En efecto, Cantet consigue que uno se sienta parte de ese reencuentro en la azotea. Sólo nos falta la botella de ron y el habano. De hecho, aunque el film orbite en torno a la crítica del exilio y la ideología castrista, termina tocando temas tan universales como la nostalgia, el desencanto y la fuerza motora de la amistad. Una película que destila verdad por los cuatro costados. Al igual que las interpretaciones de Isabel Santos, Jorge Perugorría, Fernando Hecheverría, Néstor Jiménez y Pero Julio Díaz Ferrán, lo difícil es hacer que parezca fácil. De lo mejorcito de Perlas.

Toca adentrarse en el Eden de Mia Hansen-Løve, una de las propuestas más apetecibles de la Sección Oficial. Crónica tangencial del french house de los noventa, cuenta la trayectoria de un DJ a lo largo de una década como aproximación al desencanto que precede a la madurez. Es un enfoque de una clarividencia sorprendente para una cineasta tan joven. Comprendo que Eden genere opiniones encontradas. La pega que se le puede poner es esa distancia insalvable para los espectadores ajenos al mundo que retrata. Como ha confirmado su directora en rueda de prensa, este es un retrato generacional y como tal no contempla universalizarse más allá de las emociones. Quizá por eso su segundo segmento funcione mejor que el primero. No hay cambios físicos en ese Félix de Givry metido en un remolino de raves, cocaína, relaciones amorosas sin visos de continuidad y una pasión que no le deja otra vía que la de asumir el papel de Peter Pan. Del mismo modo, la película no es redonda pero tiene puntos de interés en su delicadeza. Yo no voy más allá de Daft Punk pero alguien curtido en esto de la música electrónica me comenta que la selección de canciones del film es pura crema. Amarga, como un disco que sigue girando terminada la música.

 

Rueda de prensa de Eden. Mia Hansen-Løve, Félix de Givry y Arnaud Azoulay

 

De vuelta a la Sección Oficial con otro largometraje que venía precedido por una gran acogida en Toronto. Soy fan del director Carlos Vermut desde que vi Diamond Flash en el cineclub Kresala, una de las cosas más marcianas que ha dado el cine español en los últimos años. Estaba nervioso y expectante por ver de qué sería capaz el madrileño en Magical Girl. Pues bien, Vermut lo ha vuelto a hacer. Más comedida que su predecesora pero igualmente original, fascinante y perversa, la película consagra a este hombre como promesa del cine nacional. Todo en su trabajo roza la perfección. La inteligencia de un guión de prestidigitador que fusiona thriller, drama, humor, cine negro y otros tantos géneros, la puesta en escena medida al milímetro, esa insondable profundidad que obedece al disfrute primario sin renunciar a la multiplicidad de lecturas… Y qué decir de los personajes. Magical Girl es resultado de una personalidad única reconocible en fragmentos de otros, del mahō shōjo a Rampo Edogawa. No hay que hablar de ella. Hay que verla. Aunque ya advertimos que no es para todos. Ya dijimos que podía ser una de las sorpresas del Zinemaldi. Mucho ojito al palmarés final.

 

Magical Girl en el puente del Kursaal

 

Estábamos advertidos de que Im Keller iba a ser una salvajada de mucho cuidado, pero no hasta tal punto. El austriaco Ulrich Seidl nos invita a descubrir lo que esconden los sótanos de su país, toda la basura acumulada debajo de la alfombra de esas personas aparentemente normales que viven en la casa de al lado. Y hay que ver lo que ha encontrado. No habían aparecido los créditos iniciales y ya se han escuchado dos ovaciones en el Teatro Principal. Seidl te tiene cogido por los huevos -vaya chiste fácil- durante todo el metraje, a la espera de ver qué nueva barbaridad aparecerá en la pantalla. ¡Cómo sabe poner la cámara donde le conviene y mantenerla quieta para epatar al espectador! Una pregunta ronda en torno a esta galería del esperpento: ¿Dónde termina el humor negro comienza el horror? Sin duda, a otros se les helará la sonrisa al recordar casos como los del psicópata Josef Fritzl. No se quién está más enfermo, si los protagonistas, el director o nosotros por reírle las gracias. Al terminar la proyección he vuelto la cabeza a los de la fila de atrás para preguntar si lo que acababa de ver era ficción o un documental dramatizado. Con eso lo digo todo. Una de las pelis del año.

 

Proyección de Aire libre Kursaal 1. Leonardo Sbaraglia, Celeste Cid y Anahí Berneri con Rebordinos

 

A punto hemos estado de irnos a dormir y saltarnos Gett: The Trial of Viviane Amsalem, pero tan emocionados estábamos con Im Keller que no nos ha importado apurar una última película. Creo que soy el único que ha aguantado despierto durante toda la proyección, eso sí, perdidas ya todas las formas y despatarrado en las infernales butacas del K2. El caso es que ha merecido la pena. Ronit y Shlomi Elkabetz llevan a la pantalla la historia real de una mujer que tuvo que batallar durante años en los tribunales para poder separarse de su marido en un país en el que no existen los divorcios civiles. Lo hacen a través de un acercamiento teatral, en un único escenario y con unas fantásticas interpretaciones a cargo de los actores Gabi Amrani y Simon Abkarian. La película rehúye de otros artificios que no sean los de trasmitir lo arduo y tedioso de aquel proceso, pero el caso es que funciona. Un logrado sinsentido judicial sobre los absurdos de Israel. Hemos oído que algunos de los que se manifestaron para que esta película no se proyectase han aparecido a la salida de una de las sesiones con pancartas de protesta. De haberla visto antes quizá hubiesen entendido que el boicot no era una opción razonable. Mañana seguimos con la polémica.

Lo mejor del día: Disfrutar de Im Keller en pantalla grande y que sea la del Teatro Principal.

Lo peor del día: Cuando ves una película como Felix et Meira las butacas del Victoria Eugenia se vuelven más incómodas.

Puntuaciones

@Fer_Iradier

@javivoland

Félix et Meira / Felix and Meira

4

2

Retour à Ithaque / Return to Ithaca (Regreso a Itaca)

8,5

7

Eden

6,5

7

Magical Girl

8

9

Im Keller / In the Basement

9

7

Gett, The Trial of Viviane Amsalem (Gett, el proceso de Viviane Amsalem)

7

7

 

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2014
DIA 7. 25 DE SEPTIEMBRE

Y al séptimo día siguieron viendo cine, cansados pero contentos. Así hemos entrado a la proyección de Lasa eta Zabala, una película que llegaba al Zinemaldi marcada por la polémica. Su director ya había dejado claro que esta recreación del caso estaría basada en el sumario judicial, a los efectos de evitar cualquier tipo de suspicacias y maniqueísmos. Ciertamente, desde esos créditos iniciales animados, Pablo Malo se acerca más al thriller de recreación histórica que al cine político y eso le honra; como enaltece al comité de selección del Festival haber tenido la valentía de programarla a sabiendas de la que se les venía encima. La película propiamente dicha mantiene el pulso, con algunas limitaciones y una narrativa irregular, pero es un film solvente en su conjunto. No era fácil llevar a la pantalla una historia como la de Laza y Zabala se ha hecho de un modo digno, sin recrearse en la dureza de determinadas escenas pero con la necesaria contundencia. Cierto es que algunos personajes parecen caricaturizados… hasta que te cuentan en la rueda de prensa que la realidad de algunas situaciones llegó a ser todavía más surrealista. Quizás los exaltados del pase del Victoria Eugenia deberían hacérselo mirar.

 

Rueda de prensa de Laza eta Zabala

 

Lo de salir de una proyección y ponerse a la cola para la siguiente está siendo la tónica general de esta edición. Así ocurre con el pase de Relatos salvajes, un film que cumple lo que promete. Humor negro y cabrón a través de varias historias de venganza independientes sobre gente que pierde la cabeza. Como toda película de episodios, puede resultar algo irregular pero es difícil aburrirse y tiene momentos grandiosos. Mis favoritos, el prólogo y los segmentos del bombita y la boda. No es de extrañar que haya cosechado tantísimo éxito en Argentina. Sorprende la facilidad del realizador Damián Szifron para traspasar la barrera entre la comedia, el drama, la crítica social y lo escabroso, del humor escatológico a la violencia desatada. Seguramente repetirá taquilla en España, a tenor de las constantes ovaciones que se han escuchado en el Victoria Eugenia. ¿Demasiado entusiasmo? Puede ser, pero lo que se disfruta no tiene precio. No voy a pronunciarme en exceso sobre Tigers, habida cuenta que ha sido difícil compaginarla con la modorra de la sobremesa, pero creo que no me columpio si digo que apenas rasca donde hay mucho fondo. Telefilmera, superficial e inofensible más allá de su denuncia. Tanovic en horas bajas.

 

Presentacion de Relatos salvajes. Damián Szifron, Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia y el productor Pedro Almodovar

 

Sabíamos que se iba a liar con Murieron por encima de sus posibilidades. Y es que Isaki Lacuesta satiriza la crisis económica a través de un compendio de personajes desquiciados, un gran reparto de actores que ha colaborado de forma gratuita en su proyecto, consiguiendo una suerte de exceso disparatado que a ratos hace gracia y otros carga. Prefiero olvidarme del discurso y quedarme con ese popurrí de corruptela, pijerío, autos de choque, macarras canís y sustancias lisérgicas. Es decir, la misma esencia casposa de la piel de toro. No me ha entusiasmado pero tampoco estoy con esa horda que pide su linchamiento. Además, algunos de sus gags son propios de Hot Shots!, lo cual es indiscutiblemente un punto a favor. Si la firmase Almodovar seguro que muchos se callaban la boca. Ojala estuviese a concurso y le diesen algo solo por ver rabiar a los haters. Podríamos definirla como una comedia-política-española-esperpéntica. Haced la prueba: ¡Todos los términos son intercambiables entre sí!

 

Isaki Lacuesta, Albert Pla, Emma Suarez y Raúl Arévalo en la rueda de prensa de Murieron por encima de sus posibilidades

 

Ya que mañana vemos The Tale of the Princess Kaguya, es muy oportuno enlazarla antes con The Kingdom of Dreams and Madness. Soy un entusiasta declarado de Hayao Miyazaki, así que esto me iba a gustar sí o sí, pero si alguno esperaba encontrar aquí un acercamiento ordenado al Estudio Ghibli, que sepa que no es exactamente eso lo que ofrece. De hecho, este documental bien podría incluirse como extra en el Blu-ray de El viento se levanta que acaba de ponerse a la venta en nuestro país, porque el trabajo de Mami Sunada se centra en revelar gran parte de la artesanía sentimental existente entre Miyazaki y su última película. Que no es poco. Hecho en falta algo más del triángulo Miyazaki-Suzuki-Takahata, más escenas animadas, más aspectos creativos… pero la directora tiene claro que es imposible condensar todo lo que rodea al universo Ghibli en dos horas. En cualquier caso, ver a Miya-san con ese cronómetro en la mano, tratando de medir en su cabeza el susurro del viento, es impagable. Luminoso, difuso y por momentos entrañable. Un must para cualquier incondicional de la animación japonesa. A partir de mañana, el comienzo del fin.

Lo mejor del día: Ver al maestro Miyazaki en su ambiente de trabajo.

Lo peor del día: El tipo que refunfuñaba durante la proyección de Lasa eta Zabala con frases como: “¡Pero qué es esto!» y “¡¿Quién paga esto?!»

Puntuaciones

@Fer_Iradier

@javivoland

Lasa eta Zabala / Lasa y Zabala

6

6

Relatos salvajes

8,5

8

Tigers

4

4

Murieron por encima de sus posibilidades

5

3

Yume to kyoki no okoku / The Kingdom of Dreams and Madness

7

7

 

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2014
DIA 8. 26 DE SEPTIEMBRE

 

Presentación de Escobar: Paradise Lost. Andrea Di Stefano, Josh Hutcherson, Benicio Del Toro, Brady Corbet, Claudia Traisac y Carlos Bardem.

 

Esto se va terminando y entramos ya en la última tanda de películas de la Sección Oficial y Perlas. La primera, la que ha traído a Donostia a Benicio del Toro, es decir, Escobar: Paradise Lost. Como suele ocurrir en estos casos, el film no pasa de correcto. Es una pena que sepamos más del americano infiltrado en la familia del narco que del propio Pablo, aunque el punto de vista protagonista es el que cabría esperar desde un prisma comercial. Bastante bien el jovenzuelo Josh Hutcherson, imponente la -poca- presencia de Premio Donostia y espectacular la belleza de Claudia Traisac. Dan todo lo que se le pide a unos personajes planos como los suyos. El director Andrea Di Stefano demuestra un estimable gusto por la tensión y el encuadre fotográfico del exotismo turístico y su reverso tenebroso, a pesar de las licencias. Supongo que a un colombiano la cosa le tiene que chirriar. Da rabia pensar en lo que esta película podía haber sido con algo más de ambición y menos mano de la industria. Como se ha dicho de The Equalizer, cumple, que no es poco.

Cerramos la competición con Vie sauvage, del francés Cédric Kahn. Cuenta la historia de un tipo que decide huir con sus dos hijos a vivir una vida hippie contra la voluntad de su madre. No deja de ser un secuestro, pero como el hombre es un padrazo y los chavales están encantados plantamos sobre la mesa una cuestión peliaguda. La falta de posicionamiento no tiene por qué estar reñida con la calidad cinematográfica, pero no debiera ser una excusa para abstenerse de desarrollar el debate que subyace bajo un drama. Todas las preguntas que el espectador se plantea en su cabeza están en la sinopsis, de inicio, no son suscitadas por el director. Hay un soberbio Mathieu Kassovitz de por medio y un cineasta dotado para captar la belleza de esa vida al margen del sistema pero al film le falta algo. Quizá más perspectiva y menos conflicto adolescente. Se disfruta más discutiendo sobre sus implicaciones que viéndola. De ahí mis pegas a este «basado en hechos reales» que también pasaron por pantalla con La belle vie, de Jean Denizot. Esta otra Vie sauvage ni me emociona ni me agita pero hay que decir que ha gustado mucho a crítica y público.

Teníamos pensado encajar un último Nuevos Directores a la hora de comer pero preferimos descansar un poco, que a estas alturas nuestra prioridad es ver las películas en condiciones. Sí que he querido repetir con La princesa Kaguya, tal y como hice el año pasado con The Wind Rises. La última obra de Isao Takahata es también un testamento fílmico, más allá del folklore japonés. Hay todo un mundo en esos trabajos manuales en los que insisten sus dibujos; fabricantes de cuencos, cortadores de bambú, carboneros y otros oficios tradicionales destinados a desaparecer, al igual que le terminará ocurriendo a la filosofía de Ghibli. Como el destino de esa heroína orgullosa, lo que de verdad cuenta no es aquello que uno no ha podido vivir sino la felicidad que deja atrás, las cosas que encontramos en el camino. Pocas pegas se le pueden poner a esta despedida del autor, un cuento triste de trazo refinado, sutíl y desbordante, igual que la música del maestro Joe Hisaishi que lo acompaña. Puede que en algunos momentos su narrativa se estanque, pero es tan rematadamente hermosa que se le perdona cualquier defecto. Pura poesía animada.

Clausuramos la Sección Oficial con Samba, fuera de concurso. Eric Toledano y Olivier Nakache se lo debían al Festival después del éxito de Intocable. Su nueva película repite la misma fórmula con bastante más drama. Desgraciadamente, no tiene ni la mitad de chispa. Y antes de que los anti-tacañones se me echen encima, decir que soy defensor a ultranza de Intocable. Los problemas son acumulativos. De una parte, el trasfondo social de la inmigración está tratado con una ligereza que pasa del drama a la comedia de enredos y el romance como si tal cosa. La historia adolece de toda sutileza más allá de los acordes del piano de Ludovico Einaudi. También echo en falta algo más de química entre Omar Sy y Charlotte Gainsbourg. Individualmente están muy bien pero como pareja no funcionan. Para terminar de rematar la jugada, algunos momentos cómicos rozan la vergüenza ajena. Una película manipuladora, desordenada, banal, innecesariamente ramificada y, lo que es peor, aburrida. Gran decepción. Esperemos que lo de Intocable no fuese un golpe de suerte.

 

Olivier Nakache, Eric Toledano, Omar Sy y Charlotte Gainsbourg en la rueda de prensa de Samba

 

Tenía mis dudas antes de entrar a ver 20,000 Days on Earth, teniendo en cuenta que apenas conozco tres canciones de Nick Cave. Ha sido un acierto porque, aunque me haya perdido muchos matices en el camino, no podía salir más satisfecho. Y es que este «documental» orbita en torno a la figura del músico australiano en un sentido muy original, intercalando diálogos imaginados, sesiones de grabación, materiales de archivo y otros tantos formatos más allá del personaje. En segundo -o primer- término, 20,000 Days on Earth es también una reflexión acerca de la propia creación artística, ese lugar donde se genera la poética de la música, un manicomio poblado de tesoros y de monstruos. Es otra manera de representar la personalidad de un artista tan polifacético. Hay mucho que admirar de esta introspección elegante, arriesgada, exigente y profundamente reflexiva. No se parece a ninguna otra película documental musical que haya visto. Si a mí me ha gustado, para los seguidores del músico tiene que ser verdaderamente hipnótica. Estupendo cierre de Perlas. Nick Cave, tienes un nuevo fan. Mañana, saldos, palmarés y despedida.

Lo mejor del día: Saltarse La madre del cordero para poder ir a comer un menú del día rico, rico.

Lo peor del día: Ir a ver The Tale of The Princess Kaguya con la tripa llena al Teatro Principal y sus butacas que te arropan a traición para que te cueste mantenerte despierto.

Puntuaciones

@Fer_Iradier

@javivoland

Escobar: Paradise Lost (Escobar: Paraíso perdido)

5

6

Vie sauvage / Wild Life

4

5

Kaguya-hime no Monogatari / The Tale of The Princess Kaguya

9

7

Samba

4

4

20,000 Days on Earth (20.000 días en la Tierra)

7

6

 

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2014
DIA 9. 27 DE SEPTIEMBRE

Alex Catalán, premio a la mejor fotografía

El último día suele ser buen momento para repescar películas o encajar retrospectivas, sobre todo este año que no las hemos tocado. También es tiempo de cerveceo, conversaciones de grupo y todo ese aspecto social que los cinéfagos más radicales solemos dejar de lado durante el Zinemaldi. A media mañana tengo la suerte de poder entrar a una sesión infantil en euskera de Ernest et Célestine, una película francesa de animación que quería ver desde hace tiempo. Está entre Kaguya, Mouse Guard y un libro ilustrado para niños. Una delicia. Por cierto, da gusto ver una sala de cine llena de críos y comprobar que son bastante más respetuosos que algunos adultos. Por la tarde aún entran el documental búlgaro Georgi and the Butterflies y la rumana 12:08 East of Bucharest, de Promesas del Este. Ambas tienen su interés, pero para nosotros son ya son los saldos de los saldos. Aunque estaba en el programa, no he tenido moral para volver a ver los 195 minutos de Winter Sleep.

Echamos la persiana a las proyecciones y nos vamos al convite que la organización del Zinemaldi prepara para los acreditados de prensa en el Kursaal antes de la entrega de premios. Es fácil distinguir a los verdaderos profesionales de los blogueros en pijama entre los que están sentados con su portátil preparándose y los que se dedican a arramplar con la bebida y los pintxos de tortilla de patata. Dejamos a vuestra imaginación en qué grupo estamos nosotros. Poco que objetar en cuanto al palmarés. Este año el nivel de la Sección Oficial ha sido tremendo, mejor incluso que el de Perlas. Había seis o siete películas que se podían haber llevado perfectamente la Concha de Oro. También es menester reconocer que el cine español estaba ahí por derecho propio. Personalmente, me hubiese gustado un marcador final algo más repartido, pero quitando ese Premio Especial del Jurado nadie ha meado fuera del tiesto. Eso sí, da la impresión de que algunas grandes películas que se vieron los primeros días hayan quedado relegadas al olvido a medida que avanzaba el Festival. Al final de este entrada, nuestros Tops. Son odiosos, no nos entran todas y la mayoría de puestos son intercambiables. También el tradicional palmarés que elaboramos @javivoland, @dricius y yo. El resto de acontecimientos de la noche se quedan entre la fiesta de clausura y la cama.

 

Michael R. Roskam con el premio del jurado al mejor guión de Dennis Lehane por The Drop

 

Haciendo balance, creo que no me quedo corto si digo que la 62ª edición ha sido una de las mejores de los últimos años y la mejor en la trayectoria de Jose Luis Rebordinos como director. Sobresaliente. Hemos podido cumplir en condiciones el objetivo de acercarse a las cincuenta películas, aunque este año apenas hemos tocado las secciones paralelas y nos queden unas cuantas pendientes. Entre otras, The Lesson, Güeros, Watashi no otoko o Corn Island. No se puede llegar a todo pero ya habrá ocasión de recuperarlas. No merece la pena extenderse más. Siempre que se termina el Festival me embarga una sensación extraña, entre la tristeza y el alivio. Pero la fiesta no acaba aquí. Es una suerte vivir en Donosti y que a la vuelta de la esquina tengamos la Semana de Terror, Nosferatu, Dock of the Bay y otras tantas citas apuntadas en el calendario. Esperamos habernos ganado la acreditación para el año que viene. Larga vida al Zinemaldi.

 

Concha de Plata al mejor director: Carlos Vermut. Concha de Oro a la mejor película: Magical Girl

 

Lo mejor del día: Los premios a Magical Girl y La isla mínima.

Lo peor del día: Que nos quedamos huerfanos de Zinemaldia hasta el año que viene.

 

Nuestro Palmarés

– Concha de Oro: Phoenix
– Premio Especial del Jurado: Magical Girl
– Director: Alberto Rodríguez (La isla mínima)
– Guión: Carlos Vermut (Magical Girl)
– Concha de Plata al mejor actor: Romain Duris (Une nouvelle amie)
– Concha de Plata a la mejor actriz: Nina Hoss (Phoenix)
– Premio ¡¿Por qué Rebor?! ¡¿Por qué?!: Aire libre
– Joyita como la polla de Fassbender: Murieron por encima de sus posibilidades

Top Sección Oficial

1.- Phoenix
2.- La isla mínima
3.- Magical Girl
4.- The Drop / Une nouvelle amie
5.- Haemoo / Loreak

Top Perlas

1.- The Tale of The Princess Kaguya
2.- Retour à Itaque
3.- Still The Water
4.- Relatos salvajes
5.- The Tribe / Mommy

 

Galeria completa de fotos:

 

Textos: @Fer_Iradier
Fotos / Resúmenes: @javivoland