Fortea Gallart es un artista polifacético. Desde su estudio ColorElefante, en el barrio valenciano de Russafa, explora la transformación del soporte artístico y los límites del volumen en el plano pictórico. Su investigación busca expandir la pintura hacia territorios donde la materia cobra una dimensión propia.
A lo largo de su trayectoria ha desarrollado un lenguaje que combina tradición y contemporaneidad. Destaca el especial tratamiento de la madera, elemento esencial en cada pieza. Todas sus obras son trabajadas de forma manual, reivindicando la figura del artista-artesano y el valor de los oficios heredados en el arte actual. Este trabajo no es solo un procedimiento técnico, sino una declaración de principios: situar la destreza artesanal y la relación íntima con el material en el centro del proceso creativo.
Fortea construye armonías visuales que fusionan la pintura con recursos de la carpintería y la ebanistería. Emplea cortes, ensambles, incisiones y superposiciones de planos, junto con el claroscuro pictórico tradicional. Así consigue extraer elementos bidimensionales y darles una tridimensionalidad tangible. Cada obra deja de ser una superficie plana para transformarse en un espacio donde luces y sombras reales interactúan con la composición.
El proceso de tallado es, para Fortea, un camino que culmina en la pintura. Lo que comienza con cuchillas, sierras y lijas encuentra su catarsis en suaves pinceladas, veladuras y matices. Sus piezas habitan un territorio fronterizo, donde pintura, escultura y artesanía dialogan entre sí y desafían las categorías tradicionales del arte contemporáneo.