The boy and the Beast, una buena pieza para el Zinemaldi 2015. Queda un mes.
Tres razones para ver The Boy and the Beast
Hace un par de semanas se desveló que una película de animación competirá por primera vez en la Sección Oficial del Festival de Cine de San Sebastián. Hablamos de The Boy and the Beast, del japonés Mamoru Hosoda, un director desconocido por muchos cinéfilos pero en absoluto para los incondicionales del anime. En cualquier caso, uno de los platos más apetecibles de esta edición. De lo general a lo particular, tres razones de peso por las que no deberíamos perdernos su película.
1.- Cine de animación en auge.
Algún espectador podrá cuestionar la presencia de The Boy and the Beast en la Sección Oficial del Zinemaldi, pero el comité de selección sigue la estela de los grandes festivales. Persépolis ganó la Palma de Oro en Cannes, El viaje de Chihiro hizo lo propio en Berlín y El viento se levanta compitió en Venecia. La llegada de Mamoru Hosoda a Donostia es consecuente con la retrospectiva que el Festival dedicó en 2013 a las mejores alternativas animadas de la última década. Aquella edición ya inauguró su Sección Oficial con Futbolín, fuera de concurso. Todo esto en un año en el que el cine de animación ha brillado especialmente en nuestras carteleras con películas como La canción del mar, Inside Out o La oveja Shaun.
2.- Nuevos aires para el anime.
El panorama de la animación japonesa de autor no parece tan atractivo como el de hace una década. Con Miyazaki y Takahata jubilados, Otomo y Oshii en horas bajas y la prematura muerte de Satoshi Kon -una de sus pérdidas más sentidas- le hacía falta nuevos talentos. Mamoru Hosoda viene a encabezar una hornada de jóvenes promesas a la que podríamos añadir los nombres de Makoto Shinkai o Hiromasa Yonebayashi. Al director de The Boy and the Beast le han puesto el sambenito de heredero de Miyazaki. Exagerado o no, estuvo muy cerca de dirigir El castillo ambulante y comparte con el Studio Ghibli la capacidad de extraer lecturas profundas de la fantasía y el gusto por la poética artística del dibujo animado.
3.- Mamoru Hosoda.
Como muchos animadores, la carrera de Mamoru Hosoda comenzó ligada al mundo de la televisión. Comienza a consolidarse como director con La chica que saltaba a través del tiempo (2006). Esta adaptación de una novela del maestro de la ciencia-ficción japonesa Yasutaka Tsutsui exploraba el paso de la adolescencia al mundo adulto a través de una estudiante que adquiría el poder de viajar en el tiempo. Más tarde llegaría Summer Wars (2009), en la que entremezcla tecnología y comedia romántica con reminiscencias al mundo virtual de Digimon. Hosoda termina de consagrase con Wolf Children (2012), sobre dos hermanos nacidos de la unión entre una mujer y un hombre lobo, un film intimista de una belleza y sensibilidad desbordantes.
Si estas razones no fueran suficientes para interesarse por The Boy and the Beast, podemos añadir que la película llega a Donostia después de haberse estrenado comercialmente en Japón con críticas positivas. Toca esperar para ver si estará a la altura de las expectativas, pero no se puede cuestionar que lo de Mamoru Hosoda es un fichaje de primera línea para el Zinemaldi.
https://www.youtube.com/watch?v=ftX_XUuhEZM
por Fernando Iradier